El hotel es maravilloso, nuevo, limpio, enorme y super bien ubicado. Calidad/precio excelente. El desayuno es exquisito y se comparte en una gran mesa en alegre conversación. El servicio es alucinante. Muy buen hotel en Varsovia por todo.

Todo fue como quería y necesitaba.

salvo el personal , en especial Pavel , y lel desayuno que es aceptable, nada.

Es un hotel sin ningun confort y muy cutre. La relación calidad precio es abusrda. No lo recomendamos.

nos ha parecido muy especial y acogedor. La cocina y el desayuna, espléndidos.

Me gustó mucho la ubicación del hotel, ya que estaba cerca de muchos restaurantes, bares y cafés. También ofrecían un desayuno buffet con productos ecológicos, lo cual fue genial. Además, todos los días en la tarde tenían un concierto de piano, lo cual le daba un ambiente muy acogedor al lugar.

Hubo algunos detalles que no me gustaron. Durante la noche encontramos dos cucarachas en nuestra habitación, lo cual fue bastante desagradable.

Habitación bonita, confortable y decorada con gusto, cama comodísima, mu bien situado y el desayuno abundante, rico y de calidad.

Ubicación céntrica y tranquila, habitaciones amplias con muebles auténticos y desayuno variado con productos caseros y ecológicos. Personal amable y dispuesto a ayudar. Buena relación calidad-precio.

La ubicación era excepcional, el Museo Nacional de Varsovia estaba a una distancia moderada del hotel. Nuestra habitación tenía una cama buena y una vista asombrosa. Los servicios eran muy buenos.

El baño era enano.

Personal amable, habitación confortable, delicioso desayuno, ubicación conveniente.

Nada que no me haya gustado.

Las habitaciones son increíbles y fantásticas, con baños privados y muebles cómodos. El desayuno es excelente y ofrece muchas opciones.- La ubicación es muy conveniente, cerca de una estación de tren, del aeropuerto y del centro de la ciudad.- A tan solo 300 metros del hotel se encuentra el restaurante Zielony Niedzwiedz, una buena opción para comer.

Chopin Boutique fue el punto de partida perfecto para explorar la ciudad. Desde aquí, pudimos llegar caminando rápidamente al casco antiguo y a la calle Nowy Swiat, donde encontramos tiendas interesantes y buena comida. Además, el hotel ofrecía un servicio de transporte que nos llevaba a lugares cercanos, lo cual nos facilitó la visita. También aprovechamos para hacer compras en los outlets de la zona. ¡Fue una experiencia inolvidable!

La única cosa que nos habría gustado es tener más opciones de entretenimiento nocturno cerca del hotel. Si bien pudimos disfrutar de conciertos de piano en el hotel, nos hubiera encantado tener más opciones para salir de fiesta y divertirnos con otros jóvenes de la ciudad.

La ubicación del hotel es buena, ya que está cerca de la estación principal de tren y es fácil llegar a los principales lugares de interés de la ciudad. Además, hay muchas cafeterías y restaurantes cerca. La habitación era cómoda y el baño estaba limpio.

El servicio de limpieza era deficiente, ya que no cambiaban las toallas a diario.

Habitación grande

A 25 min andando de la plaza central. Habitaciones viejas. Desayuno de productos naturales, pero siempre igual y poco variado. Ha itaciones repartidas entre las diferentes alas del edificio. Lo peor el olor de los bajantes del baño.

La habitación era fabulosa y excepcional, había una nevera, una plancha y tabla de planchar, una mesa de trabajo. Además se encontraba en una ubicación brillante y excepcional a 4-6 minutos a pie del Foksal Street. Otra cosa, estaba justo al lado de varios lugares, como increíbles restaurantes y el centro de la ciudad. Una comida fresca en el restaurante en la azotea.

El personal era poco amigable.

La ubicación del hotel es perfecta, ya que está en el centro de la ciudad y a pocos minutos del casco antiguo. Además, el desayuno ofrece una gran variedad de opciones, incluyendo platos típicos polacos. Otro aspecto positivo es la amabilidad del personal, siempre dispuesto a ayudar y brindar información útil para el viajero.

Encontré algunos aspectos negativos durante mi estadía. En primer lugar, la habitación en la que me alojé era bastante pequeña y no contaba con suficiente espacio para moverme cómodamente.

Este establecimiento es extraordinario. La ubicación es excelente a 300 m de la calle más visitada de Varsovia. La relación calidad precio es muy buena. Las habitaciones son enormes y confortables. Además para cuatro habitaciones teníamos un gran salón para tomar el té con piano incluido. El desayuno se sirve en una cocina ambientada a principios de siglo xx y se desayuna en forma comunitaria. Atendieron nuestras peticiones de comida sin glúten. El desayuno comunitario es excelente para conectarse con otros viajeros, en las que suele estar presente el dueño del hotel que es un hombre muy culto y conocedor de la cultura e historia polaca. El resto del personal es muy atento.